Tranquilien.

Estaba amaneciendo, y el dia parecia que iba a ser claro y luminoso. Cogi mis bolsas y me dirigi hacia el destino al cual me habian encomendado, Tranquilien. No conozco nada de ese lugar, solo se que esta al sur, por el camino central de la peninsula, y cerca de la Cicatriz Muerta. Hacia alli me dirigi. Por el camino, me encontre con un elfo, agonizante, en sus ultimos minutos de vida. Me conto que habia sido atacado por una araña gigante, el lider de los "Nerubianos", aquellas arañas contra las que antaño me enfrente. Me dio todas sus posesiones y me dijo que por favor, acabase con ella, asi que me desvie hacia el lugar donde la plaga se hayaba y comence una dura lucha...

La araña era demasiado poderosa para mi, y me hizo varias heridas, por suerte consegui cortarle una pata, por lo que ahora se movia mas lento. Invoque a Kongrave, y con el aguante de este y mis maldiciones conseguimos acabar con ella, no sin antes haber sufrido varias heridas. Se me iba a hacer dificil llegar a Tranquilien, pero tenia que intentarlo, aunque fuese una empresa dificil...

Cuando ya estaba entrando en el lugar indicado, y arrastradome del cansancio y el dolor, otro elfo se me acerco. Debia ser ciego, porque nisiquiera me ofrecio su ayuda. Me dijo que se llamaba Rathis Tomboro, y que habia perdido su carreta de provisiones para los habitantes de Tranquilien, que si podia ir a traves de la Cicatriz a recuperarla...-Es un mal momento- Pense, pero aun asi me dirigi hacia el lugar y recupere la carreta, no sin antes tener que escapar de una abominacion, con cara de pocos amigos...

Por fin pude llegar a Tranquilien, donde cai agotado nada mas llegar a la posada...